Para comprender por qué somos vendedores, y facilitadores, partamos, de entrada, de una pregunta que nos hará entender mejor este supuesto, colocándonos del otro lado.
¿Por qué compramos?
Suele decirse que a veces hacemos compras que no necesitamos. Caprichos, ocurrencias, gastos impulsivos. Pero ¿te has puesto a pensar si en realidad TODO lo que compramos, absolutamente todo, lo necesitamos?
La pregunta en sí se antoja polémica. Una corrección política y moral nos indicará que ciertamente hay gastos que NO debemos hacer, y que solo es derroche… Bien, detengámonos un poco en este punto. Es cierto que hay una línea delgada entre gastar de forma imprudente, (lo que implicaría dejar de pagar cosas ineludibles, como la renta, el alimento, la educación, etc.), a aquellos pequeños (o no siempre pequeños) gastos que hacemos para “consentirnos”.
Tener necesidades, antojos, caprichos, es propio de ser humano en sí. Ya sea para satisfacer algo de vital importancia o meramente para fines estéticos. Si compramos algo, es por alguna razón, sencilla o compleja, pero siempre hay algo que le respalda y justifica.
Tanto el hecho de querer adornar nuestro entorno con un objeto que nos agrade, como querer saciarnos un gusto, o adquirir bienes que nos ayuden a mejorar nuestra comodidad o nuestro andar cotidiano, siempre existen razones que nos motivan a comprar.
COMPRAMOS PARA FACILITAR NUESTRA VIDA
Habías de preguntarte ¿qué has comprado últimamente? Quizá haya sido ropa, alguna comida que te guste. Quizá hayas ido al cine, o algún sitio donde te hayas entretenido, ya sea para ti o para alegrar a tu familia, pareja, amistades… Quizá hayas invertido en educación, los gastos habituales a ese respecto, o aprender algo nuevo, como algún idioma.
Sea cual sea el motivo por el que hayas comprado algo, si lo reflexionas, buscabas facilitar algo en tu vida.
Si compras algún electrodoméstico, como una licuadora, por ejemplo, tu intención es preparar salsas o licuados más fácilmente que si fuese con un molcajete, o a mano. Una lavadora te ayudará a tener limpia tu ropa, de una forma más fácil que si la tallaras en un lavadero.
Es por ello que comprar implica facilitar, y el caso es el mismo cuando se trata de vender.
TODOS SOMOS VENDEDORES
Si te das cuenta, y tomando como base lo anterior, buscamos facilitarnos la vida, pero también facilitar la de los demás.
Constantemente nos estamos vendiendo, y entendamos esta acción no exclusivamente en el terreno económico. Esto lo llevamos a cabo durante toda nuestra existencia, como indican los siguientes ejemplos:
Cuando eras niño, te “vendías” como buen hijo para obtener algo de tus padres. Algún obsequio, dulces, o incluso nada más su aprobación, que en realidad no es poca cosa.
Como estudiante, “vendías” tus aptitudes para obtener buenas calificaciones, o en ocasiones hasta tus capacidades para conmover, o tu carisma, para que tus profesores te otorgaran un mejor puntaje (aceptémoslo).
Al acercarte a una persona que te gusta, “vendes” tus cualidades, tu físico, lo mejor de tu persona, y exageras al respecto, te ensalzas; muestras el mejor lado de ti, para obtener compañía y afecto.
Cuando te presentas en una empresa para solicitar un empleo, estás vendiendo tu talento, tus habilidades, tu fuerza de trabajo, tu tiempo.
SOMOS VENDEDORES POR NATURALEZA, PERO ¿LO HACEMOS CORRECTAMENTE?
Ahora bien, y he aquí un punto medular a considerar. Todos somos vendedores, por supuesto, pero no todos sabes adecuadamente CÓMO VENDER.
Aunque nos reconozcamos como vendedores natos los seres humanos, no todos somos BUENOS vendedores. Incluso podemos afirmar que requiere un talento particular.
Por ponerte otro ejemplo, todos sabemos escribir, lo hacemos constantemente, fue parte de nuestra educación básica, pero eso no significa que seamos buenos escritores; eso es algo que se aprende, se practica, se fortalece. Y en realidad aplica para toda actividad que pretende ser profesional.
Ser buen vendedor significa también tener imaginación, creatividad y razonamiento lógico, entre otras virtudes. Saber observar a la gente, tanto cercana como no tan cercana a ti. Aprender a FACILITAR la existencia de los demás y también facilitar la propia.
El hecho de que habitualmente efectuemos actividades propias de nuestro día a día, no quiere decir que lo realicemos con el rigor, disciplina y virtudes que esto conlleva. Lo que a su vez significa ser profesional.
Es aquí donde cobra importancia acercarte a plataformas como VQSR ACADEMY. Aprender de expertos en ventas que te ayudarán a reconocerte como vendedor nato, pero también impulsarte a ser VENDEDOR EXITOSO.
Todos somos vendedores, lo hemos dicho desde un inicio, ahora convirtámonos en vendedores profesionales.
REFERENCIAS
https://crearmiempresa.es/article-facilitador-de-negocios-120704562.html
www.codajic.org › www.codajic.org › files
https://rockcontent.com/es/blog/como-ser-un-buen-vendedor/