Opinar, reaccionar manifestarse, compartir… ¿para qué nos sirven las redes sociales?
Hoy, como nunca antes, tenemos la posibilidad de expresarnos a través de las redes, con claridad y… ¿sin censura? (Desgraciadamente considero que no es así, pues nuestra opinión es un hecho que es censurada, y los ejemplos sobran, aunque no es el tema de este blog).
El tema a abordar va con relación a cómo esas opiniones, expresiones, manifestaciones o solamente comentarios echados al aire, son caracterizados por fuertes interpretaciones o incluso motivos para molestarnos, odiarnos, bloquearnos o amenazarnos (a veces hasta de muerte) por no coincidir, o diferir claramente, en nuestras percepciones.
Los temas al respecto sobran, por lo mismo, solo tocaremos unos cuantos, de acuerdo a lo que visualizamos.
LA INAGOTABLEMENTE POLARIZADA PERCEPCIÓN POLÍTICA
Históricamente, si algo ha dividido en bandos (muchas veces hasta de guerra) a la gente, es la política.
Mucho se menciona la frase “no podemos ponernos de acuerdo, ni en política, religión o futbol”, y he de decir que no solo no estoy de acuerdo, sino que pienso que, si algo constituye la esencia de una discusión (y discutir no significa pelear), en fuerte medida va sobre esos temas.
Pero centrémonos en lo que nos concierne. Lo político (y no pienso que haya responsables al respecto) el día de hoy marca una clara polarización que puede ser tanto trivial como agresiva y preocupante. Da la impresión de que se trata de ponerse la camiseta hacia un partido, una persona, un candidato, una ideología o una o varias propuestas.
Hoy las opiniones, en ese sentido, son motivo de apodos, de apelativos despectivos, en ambas direcciones, que eso muestran, división y agresión de antemano (chairos o fifís) y que evitan que haya un verdadero diálogo conciliatorio, pues si algo abunda es el ataque en estos discursos. Pero al parecer se nos olvida que, como trasfondo, está, o debería estar, la armonía y estabilidad de las relaciones sociales en un país, no ponerse determinada camiseta para favorecer o descartar, y por ello, romper relaciones incluso con familiares o amigos, por no tolerar la diferencia de opiniones, mismas que son infinitas.
ME DIVIERTE ¿EN VERDAD ME DIVIERTE?
En 2016, Facebook lanzó una serie de emojis alternos al tradicional “Me Gusta” para representar varias emociones que podrían manifestarse en cada publicación o post que pudiese mirarse o apreciarse en público.
Más allá de un “pragmático” “me gusta” o “no me gusta”, la intención de esta plataforma era ampliar la gama de reacciones, entre ellos se incluyó el “Me Divierte”, y la intención es buena, pero… hemos de decir, con toda claridad, que algo no salió bien. Y de verdad no salió bien.
Quiero preguntarte, estimado lector ¿qué significa que algo “te divierte”? ¿Qué es la diversión en sí?
Yo entiendo, y sé que no soy el único, a la diversión como algo alegre, positivo, motivacional, atractivo. Algo que me invita a consumirlo, a explorarlo, a disfrutarlo, pues la diversión es una de las sensaciones más agradables en cuanto a lo que concebimos como placentero.
La palabra “diversión” no la vinculamos, estrictamente hablando, con la burla. En Facebook sí lo es.
Pero, cuidado, no se te ocurra “ofenderte” por esto, porque serás tachado de “delicado”, de “no entender el sarcasmo” y te atraerás muchos más “me divierte” porque al parecer no hay nada más divertido, para un alto porcentaje de la gente, que alguien que ya se “ofendió”, que no toleró un comentario “negativo”, que no gusta de la “inofensiva” reacción “me divierte”.
Ejemplos sobran. Algunos suenan y parecerán, si los pensamos un poco, ridículos, patéticos o sin sentido.
¿Una persona pública se enfermó y le deseas buena salud?
¿Te gustó determinada película?
¿Te parece atractivo algún personaje (popular, sobre todo)?
¿Simpatizas con algún equipo de futbol o algún jugador?
¿Estás emprendiendo un negocio en el cual dejas claras tus intenciones de crecimiento?
Ante todo lo anterior, espera decenas (o centenas) de reacciones que “se divierten”, por parte de personas que simplemente no concuerdan con tus gustos.
E insisto con la pregunta e inquietud ¿en verdad todo eso es “divertido”?
Mucho más grave aún resultaron estas reacciones por parte de sectores concretos, al difundirse la invasión a las instalaciones de algunos planteles de bachillerato de la UNAM, en el que se mostraba destrucción, robo de materiales y pintas. ¿Es en verdad “divertido”?
RESPONSABILIDAD, RESPETO, COMUNICACIÓN, QUE DEBERÍAN CARACTERIZAR LA CONVIVENCIA SOCIAL
Suena bonito, pero ¿es posible? ¡Por supuesto que lo es! La autodisciplina, característica de suma importancia en quien emprende o busca desarrollarse, conlleva una sana y correcta convivencia con los demás, porque el RESPETO es un valor fundamental si tus intenciones se enmarcan en las relaciones humanas.
La burla permanente hacia quienes piensan diferente o no coinciden con la opinión propia, solo nos exhibe como personas irrespetuosas, ególatras y al parecer en un estado permanente de niñez (sin pretender agravar a los niños como tal) en el que se reacciona de esta forma “no por ofender, sino porque es meramente un juego”. (Más de una persona se ha justificado, literalmente, con esta expresión).
En estos tiempos en que hay tanto control tecnológico sobre nuestra persona, en que las famosas “cookies” abren la puerta a la pérdida de nuestra intimidad mientras navegamos por internet, es asimismo de gran importancia el cuidar nuestra imagen, más aun si estamos buscando un empleo o pretendiendo iniciar un negocio o proyecto. Si un alto porcentaje de lo que hacemos va precedido por actitudes de “juego”, dudo mucho que nos veamos como personas confiables, o, más preocupante aún, dar una apariencia de irrespetuosos e infantiles.
LA GRAVEDAD DE SACAR LO “PEOR” DE NOSOTROS
Como aderezo a la polarización, hay casos lamentables, como expresiones racistas, nuevamente de burla ante quien rompe ciertos estándares o sobre quien se cree que se tiene “poder”.
Es un caso complejo que abordaré en una segunda parte de este texto, y que conviene analizar y pensar con claridad y detenimiento.
A modo de conclusión, hago hincapié en la responsabilidad que se debe tener al comentar en público. Generarnos pleitos gratuitos, “odios”, señalarnos y estigmatizarnos, solo reflejan necesidades no satisfechas en cuanto a lo afectivo y el poco control que tenemos sobre nuestros impulsos.
Es necesario, y quizá urgente, dar un vuelco a nuestras “relaciones virtuales”, pues lo virtual nos acompaña día con día, probablemente más que con algunas relaciones “en persona”.
Asumamos conciencia en cuanto a la imagen que proyectamos, y tomemos las riendas de una comunicación saludable, equilibrada y empática.
REFERENCIAS
https://www.gaceta.unam.mx/facebook-la-red-social-que-genera-mayor-polarizacion-entre-sus-usuarios/
https://www.agenciaelgrifo.co/2021/02/10/la-tirania-detras-del-me-divierte-de-facebook/